Terapia infanto-juvenil
“Es necesario comenzar a sintonizarse con los sentimientos del niño, más que con su conducta, para empezar a conocerlo, escucharlo, entenderlo y aceptarlo.”
Dentro de este enfoque sistémico existe un lugar reservado y creado con mucho mimo para las niñas, niños y adolescentes que lo necesiten. Un espacio propio, siempre dentro de un trabajo familiar holístico, en donde poder elaborar con herramientas del juego terapéutico, narrativa, técnicas corporales, Musicoterapia…aquello que me está incomodando e impidiendo un crecimiento pleno.
Cuando niños, niñas y adultos se unen, el juego ofrece un lenguaje común para expresar los pensamientos, las emociones y la experiencia en toda su amplitud y profundidad; compartimos así una misma lengua.
Es por ello que utilizamos el juego como un medio para ayudar, obtener información o enfocarnos en temas específicos de una manera lúdica y no agresiva.
Durante la infancia y la adolescencia, no solo se producen hitos cruciales en el desarrollo personal, emocional e interpersonal, sino que también son periodos en los que el cerebro experimenta cambios y transformaciones significativas. Un cerebro saludable depende de relaciones saludables, y estas a su vez se fundamentan en el amor, estableciendo vínculos que fomentan tanto la conexión como la autonomía.
La idea central es el respeto y la atención hacia los niños, niñas y adolescentes, reconociéndolos como individuos con todos sus derechos y no como adultos pequeños.
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